El cacao es originario de América, sin embargo, actualmente un 70% de su producción se lleva a cabo en África Occidental. Debido a las condiciones específicas de la producción de cacao, esta semilla solo se puede sembrar en las zonas tropicales, por lo que ha sido conveniente su expansión en ciertos países como Brasil, Costa de Marfil, Indonesia Nigeria, Camerún y Ghana.
Se ha denunciado por parte de distintos organismos internacionales la explotación en condiciones de esclavitud de las personas que prestan su mano de obra para mantener estos cultivos, incluyéndose a una vasta población infantil. Parte de los niños que se están siendo esclavizados han sido traficados los países fronterizos hacia Costa de Marfil, siendo estos Benín, Camerún y Mali.
Ante la conmoción internacional, las multinacionales han indicado no tener responsabilidad es dichas irregularidades, pues manifiestan que no tienen forma de controlar la producción directamente, pues de eso se encargan otros y ellos se limitan a comprar el cacao.
La realidad del cultivo de cacao en Costa de Marfil y sus consecuencias no se circunscriben al ámbito social y económico, sino que debido su extensa producción se ha recurrido a deforestar territorio de parques nacionales con todas las consecuencias que estos conlleva, desapareciendo la riqueza vegetal y desplazando a las especies animales como chimpancés y elefantes, los que ya además son amenazados por la casa furtiva.
Fuentes
El precio del cacao: destruir bosques protegidos por unas onzas de chocolate