Los Organismos Genéticamente Modificados (GMO, por sus siglas en inglés) son aquellos a los cuales mediante técnicas científicas avanzadas se les ha alterado su composición genética. Este tema ha sido sumamente controversial en los últimos años en las cuestiones de daño medio ambiental, consecuencias en la salud humana y seguridad alimentaria.
Se acusa que este tipo de cultivos perjudica la biodiversidad, pues altera el desarrollo natural del medio ambiente al generar la pérdida de fertilidad y nutrientes de la tierra, contaminación de agua y afectaciones a otras plantas y animales.
Organizaciones como el Tribunal Monsanto, Greenpeace y Amigos de la Tierra de manera constante han expuesto como la normalización de los GMO y los cambios que estos conllevan en la industria agrícola son una amenaza para la seguridad y soberanía alimentaria de la humanidad, pues una cuantas empresas como Dupont, Bayer, Monsanto, Syngenta, BASF y Dow, siendo la más relevante Monsanto, se han apropiado del mercado de comercialización de semillas y agroquímicos, por tanto controlan la producción mundial de alimentos. Regularmente la soja, el maíz, el algodón, el tomate, la papaya, arroz, las patatas, la canola y el guisante son productos transgénicos.
La modificación genética de las semillas permite a las grandes empresas patentarlas y por ende no permitir su libre comercialización y utilización sin antes pagar directamente por ellas, proscribiéndose la venta entre campesinos y la utilización de más de una vez de cada semilla, lo que exige a los agricultores comprarles de manera periódica y ser totalmente dependiente de ellos. Algunas de estas semillas inclusive, son modificadas para que sean estériles y así impedir la posibilidad de una segunda cosecha.
Otro de los grandes peligros y violaciones a derechos humanos que se plantea es la posible transgresión al Derecho a la Salud, pues a pesar de que existen estudios indicando que los GMO no tienen repercusiones en la salud humana, lo cierto es que existen otros que señalan que sí las tienen, destacando la posibilidad de desarrollar varios tipos de cáncer, alergias, malformaciones congénitas o esterilidad. No existe certeza en este momento de las consecuencias a mediano y largo plazo de lo que estos productos pueden provocar en nuestra fisionomía, pero esto no ha detenido a la empresas de mantener sus ventas.
FUENTES
https://seedfreedom.info/es/lanzamiento-del-informe-el-veneno-esta-servido/
20 Años de fracaso.pdf (4200875)
https://unag.org.ni/los-transgenicos-en-debate/
